Amor prohibido

Bebiendo el néctar prohibido
Permanezco un instante a solas
tocando de a poco el cielo
entre tus brazos me incendio
En el roce de tus manos
buscando en tu complacencia
aquella ilusión perdida
de tu ausencia o quizá la mía
Me pierdo entre los gemidos
soñados y sometidos
explorando insistentemente tu boca
para callar mis sentidos
Mi lengua única flor
de tu oasis malherido
mi vientre donde reposan
Tus cansancios y desvaríos
La cuna de tus temores
amado mío.


Los fantasmas que te atan
Y te llevan lejos mío
Mis temores pasados
Los olvidos sin sentido
Y sólo mi cuerpo es
El refugio conocido
Y vienes hacia mí
Me miras y conjugas
la muerte y la vida en una
solo en mi Ser que te espera
para fundir tu locura
Amor tortuoso y cobarde
que podrás ocultar al mundo
pero a tu boca y a tu vientre
No podrás callarle nunca.

Ausencias


Y en mi pelvis,
Escribes tu propia historia,
Tus dedos en mis cabellos,
Enredados…
Esperas a que un día termine
Cerrando los ojos siento,
Las manos que vuelan
Sobre mi cuerpo dormido
Hechizado e  inmóvil.
Llenándome de besos extraños
Me aturdes de deseos desmedidos
Pero todo es un juego
No soy yo la dueña
De todos tus sueños.
Y miro desde mi rincón lejano
Yo te pienso y te extraño
Utilizo yo tus besos
Tus caricias como escudo
Escudriño entre mis recuerdos
Buscando quizás algo que me diga
Que me quede en este paseo ilusorio
De ausencias cubiertas por minutos robados.

Pesadilla


Hoy en el filo de la mañana me encontré despierta
Y quise correr hasta el agote de tus pasos
Desde allí mismo taparte la boca a besos
...Ofrecerte como sacrificio mi cuerpo en tajadas
Porque extraño tu pluma hiriente al costado
Y el suave vino de tus labios que se convierten en besos
El tibio roce de tu cuerpo en mis entrañas
El calor de tu lujuriosa piel sobre mis sábanas
Me cala hondo el abandono, la ausencia, el no tenerte
Me lleva a infierno de un solo viaje
Y me deja en la penumbra de lo incierto
Con la amargura insomne de la muerte.

Fragmentos


Enarbolada de ausencias
Como un túnel negro y lejano
En la oscuridad te extraño
Extrañando cercanías

Eres la boca mía
Las manos mías
Cómo poder dejar en el camino
El fuerte sonido de tu risa clara

Me hundo en recuerdos
De aromas conocidos
Envueltos en ventiscas
De invierno no esperado


Salgo a buscar tu nombre
Apresado en la lluvia
Y te busco incoherente
En las huellas de mi piel

Y mi humanidad se  pierde
En llantos silenciados
Por la eterna noche
De mi boca sin tus besos

Y siento la lejanía
Que hiere, destroza, mata
Dejándome las carnes expuestas
En fragmentos de tu Ser.

En tu olvido


Desprendida de tu olvido
Me acerco a lamer tu espalda
Me escabullo por tu sabores
Y hundo la lengua quemante
Sobre tu piel

Me evaporo entre tus dedos
No sabrás siquiera si es verdad
Hueles mis aromas
Y se excita tu vientre

Voy y vengo en el espiral
Susurro a tu oído
Esas palabras que masticas
Y luego tragas sin pudor




Musitas, murmullas, gimes
Entre estos besos urgentes
Que ya no tendrás
Me enredo a tus piernas

Me tomas, embistes
Y me escabullo por tus manos
Y no existo, y me dejas
Y se desvanece tu recuerdo

En mí

AGRADEZCO INFINITAMENTE A MI AMIGO EN LAS LETRAS LEONARDO (UN POETA ARGENTINO Y TALENTOSO) POR ESTA OBRA LLENA DE SENTIMIENTOS.



Es triste el ocaso; te trae como recién nacida; te deja en mí, recóndita y desnuda. Y te vas oscureciendo dentro de la boca, como una uva recién mordida o un vino. Si bien el arbitrio de tus manos me ha alcanzado ya repetidas veces como un canon, como un vaticinio infalible, anterior y constante, te gestas en los espectros adyacentes, en las ventanas contiguas mutadas en espejo. Y tengo que confiarme al sueño y sus desigualdades, a los pasadizos que devendrán en puertas según manías del destino. Me resta saber, si estarías para siempre conmigo tendida en el declive de ocasos venideros y huérfanos; o si el bisel, al que todavía no me he enfrentado, pueda en su calidad de cristal devolverme el alma sustraída. Tales suceden los paradigmas en el final de las tardes, cuando vienes a mí casi dormida convergiendo frutal; amplia, tu frente pura se extiende en líneas, y ocurres cartesianamente nívea, cardinal. Y en el confluir, entre un espíritu perfumado de abetos, y el lino que breve ata y recorre tus misterios, me precipito locamente, y vivo me declaro; me diverjo en las tres caras de la noche y me lanzo; me arrojo como un pez que frenético se suelta de las jactanciosas manos en la oscuridad de algún muelle.

(Leonardo Vinci)


Te espero



Atareada por tu cercanía
Tan lejos y tan mía
Me dejo llevar por tus aromas
Loco de ansias, te huelo
Soy tu amante discreta
La que te espera en silencio
Envuelta en melancolía

Habítame, invádeme
Cubre mi frágil cuerpo
Con tu cuerpo de niebla
Que no sólo me acariciarán tus ojos
También lo hará tu boca
Tus susurros a mi oído
Gato en celo entre mis piernas



Y mientras tanto recorro
La línea prohibida
Y en temblores me recibes
Entre sudores me hablas
Eres el hombre que deseo
En nuevas lunas te espero
Sabiendo que no eres mío.

Nuestras lenguas danzan




Nuestras lenguas danzan
Encontrándose en los besos
De nuestras bocas locas
Y se encuentran y cantan

Una sinfonía llena de deseos
Húmedas e insolentes
Cálida fusión de los labios
Entre conocidos sabores

Nos besamos todo
En la pasión infernal del momento
Bebo la saliva de tu boca
Como elixir de la demencia



Te apresuras abrazando
Mordiendo mi carne
Que será el recuerdo
En tu viaje ausente

En besos cubriré tus ausencias
En la memoria quieta
De la vigilia de tu lengua infinita
En mis propias nostalgias

Cuando vuelvas a buscarme
Con tu lengua desatada
Encontrarás la mía
Envuelta en sabores de hambre

Tu nombre


Es mi espalda …
blanco pápiro
dónde escribes
Todas las palabras
que no salen de tu boca.
Con la punta de la lengua
vas tatuando tu nombre
y se queda cobijado
en la trinchera de mi ombligo
Con tus manos me recorres
y me vas invadiendo toda
Desde los pies a los cabellos
tus besos me reconocen
Siento los estertores
de tu torso extendido
y me inundo
en tu cuerpo ardiendo
bajo la luna cómplice
de tanto amor vertido

Mi funeral


Y hoy frágil como un cristal He asistido a mi funeral
Te he visto llorar mi ausencia
Has desgarrado tus ropas
Mostrando esa tristeza tan especial
Con aquella mueca de tu boca
Que caracteriza siempre tu desazón
Y te he mirado desde mi desborde
de caracola marina y lluvia otoñal
con mi vientre de alabastro
mis pies llenos de sueños
Desde la esquina oculta de mi decepción
He sonreído así como siempre
Llena de colores la punta de mi vestido
invadida de mariposas los cabellos
tomando mi bolso de años, he partido
Sin siquiera decirte adiós….

Ocaso

Lléname de besos
Y de abrazos requeridos
Cuando la lluvia tropieza
Con mi rostro tan herido

Tantea los excesos
De mi cuerpo en el tuyo
Y lamiendo mis desgarros
Explora el ocaso perdido

No te canses de buscarme
Y encontrarme en desvaríos
Que la ausencia es insondable
Si no vienes a mis brazos

Rompiendo toda la magia
Te haces tan verdadero
En la inusual y eterna elegía
De invadir todo mi sueño

Amanezco


Amanezco soñando con tu cuerpo,
Amanezco extasiada de mis ganas,
añorando tus caricias,
Amanezco absoluta,
plena,
desvergonzada,
como fiera hambrienta,
implorando el éxtasis de tu lengua,
...en mi entrepiernas.

Tu locura

Bebiendo el néctar prohibido
Permanezco un instante a solas
tocando de a poco el cielo
entre tus brazos me incendio

En el roce de tus manos
buscando en tu complacencia
aquella ilusión perdida
de tu ausencia o quizá la mía

Me pierdo entre los gemidos
soñados y sometidos
explorando insistentemente tu boca
para callar mis sentidos

Mi lengua única flor de tu oasis malherido
mi vientre donde reposan
Tus cansancios y desvaríos
La cuna de tus temores
amado mío.

Los fantasmas que te atan
Y te llevan lejos mío
Mis temores pasados
Los olvidos sin sentido

Y sólo mi cuerpo es
El refugio reconocido
Y vienes hacia mí
Me miras y conjugas
la muerte y la vida en una
solo en mi Ser que te espera
para fundir tu locura

Amor tortuoso y cobarde
que podrás ocultar al mundo
pero a tu boca y a tu vientre
No podrás callarle nunca.

Quizás (carta para un Poeta)

Quizás sólo debieras estar,
Abrazarme un rato,
Sentir el aroma de tu pecho,
Pensar en ese minuto de celestial placer,
Quizás eres sólo para mí.

Mientras recorres mi espalda
Siento el calor de tus manos sobre mí,
Quizás debieras desvestirme sin palabras,
Sólo con besos,
Lograr mi abandono.

Déjame amarte, sentirte,
El calor, tu sudor,
Mis gemidos,
Tu deseo,
Unos minutos, unas horas.

Quizás soñar que aún eres para mí,
Temo dejarte,
Perderte,
Ser viuda de tus palabras.

Quizás debieras enredar tus dedos en mis cabellos,
Quedarte ahí, atado para siempre,
Quizás debieras beberme y envenenarte,
Para no saber que volarás hacia ella.

Quizás debiera despertar y no soñarte más,
Quizás el latido de mi corazón te provoque,
Quizás debieras seguir deseándome,
Tocando la curva de mi cuerpo.

Quizás debieras entrarme,
En silencio, y quedarte allí
Atrapado por mi humedad,
Quizás apresarte entre mis piernas
Cual cadenas.

Quizás debieras sólo amarme y luego
…y luego cual ovillo entre tus brazos, poder llorar,
Quizás… debiera decirte adiós.

Comprensión


Que le comprenda me dice, que solicitud extraña, que comprenda que no me ama, eso quiere decir?. Como voy a entender si mi piel lo demanda, y usted me llena de caricias furtivas y de besos inesperados, si sus manos vuelan sobre mi cuerpo ardiendo, cómo me puede pedir que comprenda que no me ame?.

Si cada vez que me mira, sus ojos me recorren, invadiendo mis recodos, saltando por mi escote, colgando a mi cintura, resbalando a mis caderas y hundiéndose en mi pelvis. Cómo me puede pedir que entienda que no me ame?.

Cuando abrazado a mi cuerpo, siento sus suspiros, su sudor que gota a gota se pasean por mi vientre, su lengua que me recorre y saborea mis delicias, deteniéndose paso a paso por aquellos lugares que lo hacen divagar.
Cómo me puede pedir que entienda que no me ame?.

Cuando en la cálidez de mi vientre, siento sus estertores, su voz entre gemidos me grita, me implora, susurra que no puede dejar de agasajar la seda de mi epidermis.
Que en las profundidades se pierde sin encontrar salvación a tan diabólica apetencia que lo hace suspirar.
Cómo me puede pedir que entienda que no me ame?.

Hoy yo quisiera decirle, que pido al cielo entender tan amarga confesión, y poder no sufrir por aquella decisión que me hace ir al infierno y volver a tan desértica razón.

...Cómo me puede pedir que no pida explicación?.

No pensarte


Hoy quisiera un momento no pensarte
Abrir la boca y no decir tu nombre
Mis ojos te buscan, sin encontrarte
En la tortura de tener que amanecer
Enrollada en mi cama, con los pies fríos
Y con mi vientre vacío

He pensado levantarme e ir de compras
Sin recordar ni un segundo que respiras
Dejar que el sol acaricie mi espalda
Que el viento bese mis labios
Que aún sedientos esperan por los tuyos

Salir corriendo como una loca
Que ha perdido la cordura
Sin vergüenzas sin pudores
Desnuda y demente por las calles sin sentido

El abismo me pide que me lance
A las lenguas feroces del averno
Donde no huela, ni sienta la espada fría
Que atraviesa mi costado adolorido

Esta soledad que me vomita y se encapricha
En acompañar mi desvarío
cada noche se enrolla entre mis piernas
el maldito aroma del recuerdo.